Título :	Gremios e identidad en el corazón de Salamanca, Guanajuato
Sustentante:	Moreno Alonso Elena María
Palabras clave :	Cultura Fiestas La Octava de Corpus Christi
Fecha de publicación :	mar-2010
Editorial :	Universidad Autónoma de Querétaro
metadata.dc.degree.department:	Facultad de Filosofía
metadata.dc.degree.name:	Licenciatura en Antropología
Descripción :	La cultura no es estática y sus productos, como las fiestas religiosas y populares también son cambiantes. La Octava de Corpus Christi, es una fiesta religiosa que como su nombre lo indica, dura ocho días y está dedicada al Espíritu Santo, advocación más sagrada de Dios para los católicos en el templo del Señor del Hospital de la ciudad de Salamanca, Guanajuato, durante el mes de junio de cada año. Tiene una estructura que se basa en el sistema de cargos, que, aunque suele encontrarse en áreas rurales, tiene un contexto urbano. Esto se conjuga con una actualidad industrial que caracteriza al Bajío guanajuatense y que a partir de la inmigración de población de origen costeño, ha encontrado nuevas formas de enriquecer y fortalecer sus tradiciones. La ciudad de Salamanca, fundada como estancia ganadera hace más de 400 años, nació bajo el sino de un mestizaje creciente que la hizo conformarse como una villa agrícola en el centro del país. Con tradiciones eminentemente católicas e indígenas, hasta el siglo XX mantuvo una elite terrateniente y una organización social basada en grupos productores con diferentes oficios; antiguamente llamados gremios. No fue hasta la segunda mitad del siglo pasado, cuando la industrialización llegó al estado, con la refinería de Petróleos Mexicanos como la punta de lanza del ahora llamado corredor industrial, que transformó a la región y a la ciudad, la cual creció de manera drástica en tamaño y demográficamente gracias al gran volumen de población proveniente principalmente de los estados de Tamaulipas, Veracruz y Tabasco, que llegó a trabajar en PEMEX y a la Comisión Federal de Electricidad, cambiando para siempre la cultura salmantina. Actualmente, a dos generaciones de nuevos salmantinos, ya no existe segregación geográfica o social alguna excepto en la mente de los habitantes de edad avanzada: los que llegaron afirman que crearon una nueva ciudad, los que ya estaban, que la han defendido de la creciente influencia externa. Pero son los jóvenes, muchos de ellos ya con poder económico, político y social, quienes reclaman a la ciudad entera como suya. Hijos de guanajuatenses y costeños, se sienten herederos de sus tradiciones y responsables de los procesos que se generan dentro de ella y se proyectan a futuro. Esto provoca una necesidad de autorreconocimiento, una toma de conciencia sobre su patrimonio cultural y de la importancia de su preservación y difusión dentro y fuera del terruño; y en ese sentido la Octava de Corpus es la única tradición que ostenta el título de patrimonio cultural para toda la ciudad. La festividad organizada por los Gremios salmantinos durante la Octava de Corpus Christi crea cultura, y es a través de su realización, a través de la apropiación y delimitación de los espacios, la participación del resto de la población y del apoyo de las autoridades, lo que podría aislarla hasta sofocarla o, por otro lado, hacerla trascender como un factor común de la identidad salmantina, como ha sucedido. Esto me motivó a buscar describir la relación existente entre la fiesta y su organización autodenominada "gremial", su validación a través de la participación en la Octava de Corpus Christi por parte de la población y su percepción como una manifestación de la cultura salmantina. Para ello, se tomará en cuenta los espacios utilizados, los referentes históricos y las actividades cotidianas involucradas.
URI :	https://ri-ng.uaq.mx/handle/123456789/5735
Otros identificadores :	2902 - RI005178.PDF
Aparece en las colecciones:	Licenciatura en Antropología

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