Según la OMS los niños obesos tienden a ser obesos en la edad adulta y tienen más probabilidades de padecer, a edades más tempranas, enfermedades no transmisibles. México es el país número uno en obesidad en adultos e infantil. Estas enfermedades son en gran medida prevenibles. Por consiguiente se debe dar prioridad a la prevención de la obesidad infantil. Objetivo: Analizar la composición de la dieta y relacionarlo con variables bioquímicas, fisiológicas, antropométricas y de composición corporal en niños escolares de una zona rural de Querétaro. Materiales y Métodos: Se evaluó la dieta mediante tres recordatorios de 24hrs y una frecuencia de alimentos, se midió la composición corporal y valores bioquímicos utilizando protocolos estandarizados a niños de 6 a 11 años de la localidad del Marqués del Estado de Querétaro. Resultados: La muestra incluyó 64 escolares con una proporción niño: niña de 1.0:1.1. Los participantes se dividieron en tres grupos: normopeso (n=23); sobrepeso (n=22) y obesidad (n=19). No hubo diferencias significativas entre el consumo de carbohidratos, grasa, proteínas y energía entre grupos; los escolares con sobrepeso y obesidad consumen con más frecuencia alimentos preparados y ricos en grasas; el consumo de proteínas se asoció con un menor porcentaje de grasa corporal y una menor circunferencia de cintura, también se asoció con un mayor porcentaje de masa muscular y de masa libre de grasa. El consumo de lípidos se asoció con una mayor tensión arterial. Conclusiones: Entre mayor sea el IMC para la edad, mayores alteraciones en la presión arterial y metabolismo de lípidos habrá.