Descripción:
Actualmente se sabe que para que los niños desarrollen ampliamente sus capacidades requieren primero del adecuado funcionamiento de su cerebro y de su sistema nervioso, además de recibir los nutrimentos necesarios a través de una adecuada alimentación que responda a la etapa de acelerado crecimiento y desarrollo, y que sin embargo, aun teniendo todo esto, el niño requiere también de recibir estímulos del medio que lo rodea. De aquí parte la importancia de que sea la madre o el cuidador, quienes proporcionen diversas fuentes de estímulos dentro de su entorno familiar, o bien, a nivel institucional.
Es posible que puedan existir dudas al respecto sobre qué tipo de estímulos requiere el niño, sin embargo, de acuerdo a múltiples investigadores, podemos afirmar que todo aquello que está en contacto con el niño, es un estímulo. Y es aquí donde surge la pregunta, entonces, ¿qué relación tiene, la alimentación que recibe el niño después de la leche, con la estimulación del mismo, y por ende con su desarrollo psicomotor? De entre la multitud de factores de estimulación involucrados en el proceso de alimentación de un niño, consideramos la elección del ámbito sensorial, ya que según Piaget en los niños de hasta 2 años de edad el factor de desarrollo predominante es el sensorio motriz. Por lo tanto, el color, el olor, la forma, la textura de los alimentos, así como la forma de presentación, entre otros, es parte importante en este proceso, por ejemplo, hemos visto la dedicación de los más famosos gourmets en el adorno de los platos, es decir su preocupación en la "forma". En este estudio, también se eligió la forma, en un inicio se planteaba la posibilidad de modificar la forma de la papilla utilizando para este fin, moldes de figuras que no fueran familiares a los niños, es decir, que si normalmente a ellos la papilla se les presentaba, en una forma ovalada, la figura indicada sería la opuesta, por ejemplo, una mariposa sin embargo debido a que la consistencia de la papilla no permitió la modificación de su forma, se optó por realizar entonces la modificación (durante la fase 2 de la investigación) del plato y la cuchara con que se le alimentaba al lactante, para éste fin se utilizaron platos y cucharas tipo Rubbermaid. Y por lo tanto se plantea la posibilidad de que la modificación de la forma del plato y de la cuchara, que son utilizados para dar la papilla a los lactantes, pudiera funcionar como un factor de estimulación y tener alguna relación con el desarrollo psicomotor de los mismos. Con este propósito se buscó una institución que cubriera los requisitos siguientes: población infantil entre 4 y 6 meses de edad, sanos, 1 ' con control del estado de nutrición, y que contara con menús para la ablactación. Así mismo que de preferencia, un Licenciado en Nutrición, estuviera a cargo del área de dietología, encontrándose que la Guardería número 001, del IMSS, contaba con todo lo anterior, se realizaron los trámites necesarios para la realización de la investigación. El proceso que se siguió comenzó con la observación de todo el entorno alimentario (conducta previa del niño, conducta alimentada, técnica de alimentación), tras la cual posteriormente se aplicó la Prueba de Detección del Desarrollo Psicomotor de Milani-Comparetti, a la totalidad de los niños bajo observación. En la fase 2 se modificó el plato y la cuchara unidos en la ablactación de los niños seleccionados aleatoriamente como grupo experimental: esta modificación solamente se realizó durante el desayuno que se sirve a las 9:00 de la mañana, llevando un registro de todo el entorno alimentario, en un formato especial y mediante la utilización de claves, posteriormente se aplicó la Prueba de Detección del Desarrollo Psicomotor de Milani-Comparetti, a los niños comprendidos en ambos grupos, llevando nuevamente el registro de las respuestas observadas, en el mismo formato anterior; Por último, todos los niños observados tuvieron nuevamente el plato y la cuchara que utilizaban normalmente en la institución, se registró todo el entorno alimentario, para conocer si se producían cambios en la conducta previa del niño, conducta alimentaria, y10 técnica de alimentación. Finalmente al realizar el análisis de los datos obtenidos, se encontraron resultados comprobatorios de la hipótesis alterna, así como una mejor aceptación del niño por la papilla que se le ofrecía en el plato especial, a su vez que tenía una mayor participación con su entorno alimentario, por lo tanto se concluye, que tanto el plato como la cuchara con los que se alimenta a un lactante en su etapa de ablactación, son elementos de una estimulación la cual redundará en un mayor desarrollo psicomotor de los lactantes, y de aquí surge la recomendación de modificar los tradicionales platos de forma ovoide de melamina café o amarilla por unos de formas variadas y posiblemente de colores llamativos para ahora ofrecer un nuevo estímulo al niño: el color, la continua modificación de estos elementos puede motivar cambios significativos en el desarrollo psicomotor de los niños, pero esto es motivo de otra investigación.