Descripción:
La presente tesis estudia la escuela como un espacio hecho de las relaciones de género de sus estudiantes. La escuela la situó históricamente como le lugar donde se impone una educación que tiene al conocimiento científico como el único medio para producir verdades sobre la vida. Así los jóvenes son formados en que la educación es el medio para determinar si se es alguien en la vida. La educación escolar se concreta en la escuela, ahí se forma en los estudiantes ¿valores¿ de disciplina y obediencia, los cuales junto con el conocimiento científico hacen la unidad de la forma escolar. Esta forma escolar dispone un espacio que establece las condiciones simbólicas y materiales en donde los estudiantes se relacionan, y por lo tanto crean sentidos de lo que significa ser hombre y mujer, el valor de la amistad, lo que se siente el amor, pero también reproducen y dotan de sentido a la violencia,. El acoso, la tristeza, la ignorancia y la propia relación con el cuerpo. El estudio se focaliza en darle lectura a una experiencia de campo realizada en el 2012 con un grupo de segundo de secundaria. Este grupo de jóvenes fue leído a través de sus relaciones de género, mismas que dan forma también a la experiencia formativa/educativa de la educación escolar. Toda la experiencia es leída desde la teoría de la psicología colectiva de Pablo Fernández, y se utiliza al género como un dispositivo que hace visible la realidad psicosocial.