Descripción:
Decir que alguien es un loco o que está loco es fácil, argumentar por qué es lo difícil. Algunas veces el juicio se basa en la simple apariencia de los sujetos, otras, en lo que dice y muy pocas veces en un veredicto oficial. Sea una persona loca o no, el loco ha estado presente desde siempre en la vida comunitaria, sin embargo, ese estar presente no ha sido igual a lo largo de la historia pues unas veces ha permanecido dentro de la comunidad como un miembro más que participa de la vida en común sin ninguna restricción, otras en cambio, se le ha alejado de la misma y se le ha desacreditado. Algunas veces lo que a nuestros ojos puede parecer una locura puede no serlo en otro contexto ya que ésta es el producto de una serie de ideas acerca de cómo debiera funcionar el hombre y la sociedad. En este sentido, la locura evidencia una forma de ser de la colectividad, pero además legitima una serie de prácticas en torno a ella. En qué consiste la locura es algo que hay que tratar de dilucidar y para ello no sólo tenemos que recurrir al discurso oficial (algunas veces religioso, otras estatal y otras médico), también debemos escuchar los discursos que se tejen alrededor de todo el fenómeno.