Descripción:
La empresa familiar tiene una baja permanencia intergeneracional, Belausteguigoitia (2004) menciona que solo una de cada tres empresas familiares logra pasar a la siguiente generación, así mismo, Trevinyo (2010) indica que solo el 25% de las empresas familiares sobreviven a la primera generación, y entre el 10% y 15% pasan a la tercera generación. La teoría indica que uno de los problemas más recurrentes en la permanencia intergeneracional es la sucesión. El presente trabajo propone un modelo sucesorio pertinente para la permanencia intergeneracional en empresas familiares de turismo de naturaleza en Huimilpan. El municipio fue elegido por sus reservas naturales, la importancia de sus ecosistemas, la presencia de empresas familiares de turismo de naturaleza con la existencia de alta voluntad de continuidad y potenciales sucesores. La metodología cualitativa utilizada es el estudio de caso múltiple a profundidad con subunidades de análisis. Se realizan 9 estudios a profundidad a tres empresas familiares para la triangulación de la información mediante el software Atlas ti.8 hasta llegar a la saturación de las categorías. Las evidencias identificaron empresas familiares 100% puras de 1era a 2da generación que corrobora la teoría de Vallejo (2005); Schumacher (2015) en las creencias familiares en torno a la sucesión; Gallo y Amat (2003) en cuanto a una alta disponibilidad de dirección efectiva al 100% dentro de la familia, que busca salvaguardar la propiedad pero que inevitablemente suele diluirse al cambio generacional. La planificación del proceso sucesorio requiere ser explícito en las empresas familiares analizadas. Existe una alta disponibilidad por suceder varones para salvaguardar la propiedad; la consolidación de redes y conexiones en familia extendida según la religión genera clústeres turísticos. La migración es recurrente y financia negocios turísticos; la formación de habilidades en la niñez y la capacitación continua guía a los sucesores al liderazgo oportuno. Se propone el modelo sucesorio de Trevinyo (2010) por considerarlo pertinente para empresas familiares de comunidades mexicanas.