Descripción:
"La recuperación de las auctoritates como aquellos recursos culturales fidedignos a los que se puede apelar en la deliberación moral, es un elemento sumamente práctico: frente a la falta de certezas morales absolutas, frente a las crisis de la moralidad pretendidamente universal, las autoridades son aquellas condiciones que posibilitan la tarea de resolver problemas, a través de la interpretación y deliberación de las cuestiones prácticas del día a día.
Delante de aquello que ahora se denomina como la “tiranía de los principios”, cuya versión en todos los ámbitos en los que se necesita deliberar, es la de “aplicar la norma por la norma”, aparece la casuística como herramienta que pretende atender no sólo a la letra, que mata, sino a las personas con sus circunstancias específicas. La vida personal y social se enriquece al permitir una elección libre de la conciencia moral, tras la deliberación acerca de las opciones más razonables.
Si se acepta que las auctoritates son recursos culturales fidedignos a los que se puede recurrir en la deliberación, se pueden redescubrir, y ofrecer, estas instancias como apoyos en la justificación de juicios ante la comunidad a la que cada ser humano pertenece."