En el presente trabajo se identifica a las iniciativas ciudadanas que promueven el consumo responsable, las cuales podrían traducirse como una forma de activismo ambiental ya que apelan a la protección del equilibrio ecológico y a la lucha por la justicia social; las estructuras y expresiones de éstas son muy variadas, por tanto, no es posible clasificarles como movimientos uniformes y lineales, sino heterogéneos y dispersos que al mismo tiempo pueden constituirse en red con formas de operar y medios que utilizan muy variados. Este proyecto de investigación documenta el proceso de intervención llevado a cabo en dos instituciones de educación superior con el objetivo de analizar los cambios en las concepciones de los participantes con respecto al activismo ambiental teniendo como base el consumo responsable y la educación ambiental, a partir de prácticas que desde la ciudadanía se han propuesto para gestionar ciertas problemáticas socioambientales. Los resultados muestran que reconocer el poder que conlleva ser consumidores responsables es la pauta para saberse agentes de cambio, lo que llevó a los estudiantes a empezar a tomar conciencia, a mostrar compromiso, empatía y colaboración con su comunidad y a manifestar apertura para la organización y la acción colectiva.