Las Nuevas Formas de Organización del Trabajo (NFOT) generadas desde el paradigma racional y que rigen el funcionamiento tecnomecánico de las actividades productivas primarias, han servido para ejemplificar los cambios a nivel organizacional y psicológico que experimenta tanto la empresa como los trabajadores cuando se insertan dentro de una dinámica de funcionamiento que rompe con la pasividad de los modelos de trabajo taylorista-fordista. Este fenómeno ha reconfigurado, por tanto, el papel de los trabajadores al interior de la empresa y, por ende, la génesis de los conflictos organizacionales. Los nuevos marcos psicológicos que implantan las NFOT, que sirven para adaptar a los sujetos a las exigencias del mejoramiento constante del proceso de trabajo se encuentran enfocados a una construcción de sentido del trabajo definitiva, es decir, tratan de instaurar un nuevo ideal del trabajo que busca devolver lo que el taylorismo-fordismo le negó a los trabajadores: participación e involucramiento. Sin duda este proyecto racionalizador del trabajo y del trabajador, al estar enfocado a productos acabados, elimina la variable que más afecta a los modelos de trabajo racionales, esto es, lo impredecible del comportamiento humano en las organizaciones: la subjetividad.