El objetivo de esta tesis es el análisis de obras de los artistas mexicanos Nahum Zenil, Julio Galán, Francisco Ochoa, Arturo Guerrero, Marisa Lara, Dulce María Núñez y Javier de la Garza, quienes en la década de los ochenta transitan por el mundo de la plástica con una propuesta encaminada a cuestionar valores en los que se sustenta la nación. Todos ellos a través de la ironía, la nostalgia y con ánimo kitsch trastocan símbolos como la patria, los héroes, la religión, incluso la identidad. La obra del pintor Enrique Guzmán, que irrumpe en la escena del arte mexicano en la década de los setenta es fundamental para entender las propuestas que surgen en los años ochenta, es por ello que su obra es analizada en esta tesis. El trabajo concluye con el estudio de la obra de dos artistas; Rolando de la Rosa, que por su atrevida instalación presentada en el Museo de Arte Moderno de la ciudad de México en 1988 y de la que forma parte la pieza titulada La virgen de Marilyn, aquí analizada, logró impactar por lo que de transgresora e irónica resultaba su propuesta. Guillermo Gómez Peña con sólidos planteamientos ha realizado performances resultado de un interesante trabajo encaminado a la problemática que se vive en la frontera de México y Estados Unidos y que ha sustentado en gran medida en la transgresión. Todas las obras que aquí se analizan deben ser miradas bajo la óptica de su tiempo y contexto como verdades provisionales que han ido definiendo al México posmoderno.