La deserción escolar como problema nacional ha sido combatida desde el factor de la economía, por medio de becas, y la situación académica de cada estudiante, con acompañamiento en tutorías y asesorías. Tales estrategias han permitido, en algunos casos, que las y los jóvenes continúen estudiando; empero, el índice de deserción escolar en el bachillerato sigue en aumento. En el presente trabajo se analizan factores externos como la familia, las experiencias áulicas y las relaciones de amistad y compañerismo, en conjunto con su autoestima, valores y autonomía. Cada uno de los factores vividos en la cotidianeidad, influye en la conformación de la significación de los estudios formales, al aportar elementos para la construcción de su identidad y de sus proyecciones a futuro. La información fue obtenida a través de entrevistas individuales y sesiones grupales realizadas a la juventud estudiantil de un bachillerato del estado de Querétaro.