Descripción:
El VIH continúa siendo un problema de salud pública y la primera causa infecciosa de muerte en adultos sino se recibe el tratamiento con antirretrovirales. México ocupa el tercer lugar en América Latina con un total de 116,936 personas viviendo con VIH y SIDA. En 2012 los esquemas de tratamiento recomendados a nivel mundial consistían en un esqueleto de 2 análogos de nucleósidos más un inhibidor de proteasa o un análogo no nucleósido. Se realizó un estudio comparativo con 257 pacientes de la consulta externa del HGQ, de los cuales cumplieron criterios 111, pacientes con alguno de los dos esquemas de TARV a criterio del médico tratante, siendo éste su primer esquema de tratamiento y el criterio para iniciarlo fue tener un conteo de CD4 menor de 350 células, no presentar infecciones oportunistas por su condición. Se les realizaron las mediciones correspondientes de carga viral y conteo de CD4 al inicio, a las 16 y 32 semanas de iniciado el tratamiento, así como los efectos adversos más comunes a los antirretrovirales, algunos de las características sociodemográficas como género y edad y el tiempo trascurrido desde que se realizó el diagnóstico hasta el inicio del tratamiento. Los resultados obtenidos nos arrojan que el predominio de pacientes fueron del género masculino (H: 93, M: 18), con edad promedio de 34 años, se incluyeron 42 pacientes tratados con IP como tercer componente y 69 con un INNRT, se obtuvo un porcentaje similar en cuanto a disminución de la carga viral en 99.9% con los IP y un 99.8% de los INNRT, la diferencia aparentemente más representativa se observó en el aumento de CD4, siendo de 532% para los IP, contra un 389% de los INNRT, se pudo observar que los pacientes en los que se utilizó el IP se les iniciaba con valores muy bajos de CD4 y la elevación de los mismos fue mayor. Lo anterior podría ser de utilidad al momento de elegir uno u otro esquema de tratamiento y con ello disminuir el riesgo de infecciones oportunistas.