Descripción:
En la actualidad, los países en vías de desarrollo aspiran a convertirse en economías del conocimiento. Un paso inicial para esto consiste en reconocer que el trabajo intelectual es ahora más importante que el trabajo físico y que las llamadas habilidades del siglo XXI deben mantenerse vigentes en las organizaciones. El uso de las tecnologías de la información y la comunicación incrustado en tales habilidades ha originado al concepto de habilidades digitales del siglo XXI. En este trabajo se construyó un indicador compuesto para medir la percepción de estudiantes respecto a sus habilidades digitales del siglo XXI, y al uso de las TIC en la educación superior. Se tomó como base la Guía para la Construcción de Indicadores Compuestos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, la cual incluye la especificación de un marco teórico sólido, la selección de indicadores, imputación de datos faltantes, así como análisis factorial, normalización, agregación y ponderación, que complementados con un análisis de sensibilidad e incertidumbre, le proporcionan solidez y robustez al indicador. Los principales resultados del cálculo del indicador compuesto muestran que las TIC son altamente útiles en el desarrollo de proyectos académicos, lo cual puede abonar en el desarrollo de habilidades digitales del siglo XXI. También se presenta buena percepción en la comunicación, la gestión de información, la habilidad técnica y la creatividad general, mediadas por TIC, pero la percepción es baja en cuanto al pensamiento crítico y resolución de problemas, así como en el uso de las TIC por el profesorado y por el propio estudiantado. Lo anterior sugiere que las y los estudiantes se perciben con buenas habilidades digitales del siglo XXI, pero sin necesidad de establecer un vínculo con el uso de las TIC en las instituciones de educación en el proceso enseñanza-aprendizaje. Esto pudiera corresponder con la creencia de que esta generación tiene poca fe en las organizaciones y posee una alta autonomía, por lo que las habilidades digitales del siglo XXI pueden ser desarrolladas a través del autoaprendizaje externo gracias a las capacidades naturales que tienen en el uso de las TIC.