Descripción:
El siguiente documento es el testimonio del trabajo clínico de una psicóloga que se encuentra
con un ejercicio profesional que ha hallado diferencias y disparidades en las representaciones
y aspectos teóricos que se plantean durante la formación profesional. El encuentro con una
clínica real puede generar la posibilidad de hacer que la realidad cuadre con conceptos y lo
aprendido en la formación o por el contrario, ampliar horizontes, ajustar y aprender a
reconocer que no se sabe para así mismo; hacer propuestas pertinentes y cercanas a los
fenómenos que se presentan en la clínica actual y al contexto inmediato de los pacientes.
Para ello resulta importante fijar una postura que no sea inflexible, sino por el contrario que
se nutra y modifique de acuerdo a la experiencia, a la supervisión, a la formación constante
y reconociendo que hay ideas, hipótesis e interrogantes surgidas de una experiencia clínica
propia y no sólo una que emana de los textos y que corre el riesgo de convertirse en una
espacie de rumiación mental justo ahí donde no donde ya no hay saber académico.
El reto es que la formación profesional y también la no académica sea la invitación para
despertar interés, compromiso, abrir el diálogo de esto otro que también ocurre en la clínica,
pero que queda encerrado en la intimidad del consultorio, del uno a uno y a veces, con suerte
en la supervisión de casos. La propuesta es hacer comunidad y abrirnos al diálogo no de una
clínica ideal única, aséptica de presentar curas diferentes a las planteadas o propuestas en la
teoría, en los libros y el saber académico únicamente.
No sólo es interrogar la transmisión teórica-práctica, sino también el ejercicio que uno hace
propio y que como posibilidad puede gestar el nacimiento de una clínica y estilo singular,
más genuina.