En el proyecto de investigación La experiencia artística concebida como autoafirmación de las sensibilidades se cuestionan la no democratización de las prácticas artísticas, las jerarquías creadas en torno a la sensibilidad y cómo esto determina la manera en la cual las personas se vinculan con las experiencias artísticas, principalmente en contextos no escolarizados. De esta investigación surge el Taller de arte y sensibilidad, una forma de intervención artístico-educativa que se llevó a cabo en un contexto no escolarizado con personas adultas de la colonia Las Américas, de la ciudad de Querétaro, México. A partir de una base teórica constituida por planteamientos de Augusto Boal, Jacques Rancière, John Dewey, Paulo Freire, Ana Mae Barbosa, Elliot W. Eisner y Lev Vigotsky, este taller se desarrolló bajo una metodología comunitaria participativa en donde se trabajó de manera respetuosa, dialógica y horizontal. A partir de un acercamiento crítico, político y ético a la relación entre arte y educación esta investigación tuvo como resultados principales el desarrollo de experiencias genuinamente educativas en las personas con las cuales se trabajó y la contextualización de las obras creadas durante la intervención. Asimismo, puso al descubierto una amplia gama de sensibilidades, permitiendo establecer un diálogo entre ellas y aportar elementos para la democratización de las prácticas y reflexiones de lo artístico, propiciando la interpelación de quienes participaron en el Taller de arte y sensibilidad respecto al lugar que se les atribuye dentro del reparto de lo sensible. Con ello las y los participantes no solo pudieron autoafirmarse en la sensibilidad propia a partir de sus experiencias artísticas, sino también acercarse a los conceptos del arte desde una mirada personal, apropiándose de sus lenguajes para expresarse y crear, y situarse como sujetos participantes de lo artístico y no solo como espectadores de ello.