En esta tesis se analiza cómo la educación y el juego son parte de la construcción y configuración de la identidad de los niños en un espacio escolar formal y desde las experiencias educativas informales. Asimismo, se profundiza cómo a través de la antropología se resignifican las actividades lúdicas y cómo trascienden del ámbito escolar a un plano cultural donde, las actividades que aparentemente sólo están diseñadas para la diversión, nos rinden cuenta de una plétora de diferencias de estatus social, estatus económico, grupo étnico o familiar, edad y género. Para este proyecto se considera un registro etnográfico, considerando como muestreo el caso de dos familias del estado de Querétaro, cuyas niñas acuden a una escuela primaria privada ubicada cerca del centro de la ciudad desde donde también se considerarán los datos etnográficos de los grupos de 3ero y 4to grado donde estas niñas cursan (en el ciclo 20222023) respectivamente; estas familias comentarán sus experiencias lúdicas vistas Desde sus miembros a través de tres generaciones y sus implicaciones en estas configuraciones identitarias, compartiendo sus tipos de juegos, juguetes y sus rondas (que posteriormente se analizan algunas desde una perspectiva histórica y hermenéutica). La educación, el juego y la identidad son vistas desde la perspectiva antropológica, pedagógica y de currículo escolar para comprender su importancia en el desarrollo integral de los niños, que no sólo es determinante en la creación de los planes educativos, sino también en actividades lúdicas que requieran una cierta maestría psicomotora por parte de los niños para poder convivir con sus pares, quienes finalmente, son los que comparten sus contextos culturales, educativos e identitarios. En pocas palabras, en esta tesis analizaremos que el juego, no es cosa de juego.