Descripción:
En México las enfermedades cardiovasculares (ECV) constituyen
una de las principales causas de muerte en adultos. Las dislipidemias: colesterol
total (CT) 200 mg/dL, triglicéridos (TG) 150mg/dL o fracciones de colesterol de
baja densidad (LDL) 130mg/dL, se asocian a enfermedades cardiovasculares.
Los lípidos séricos pueden modificarse con dieta, ejercicio, medicamentos y
probablemente con el consumo habitual de alimentos funcionales. Éstos, son
alimentos que pueden adicionarse con prebióticos (fibras solubles no digeribles),
probióticos (microorganismos que resisten el proceso de digestión) y fitoesteroles
(compuestos similares al colesterol, que no son absorbidos), entre otros. Se han
reportado resultados controversiales sobre el efecto hipolipemiante de estos
compuestos. Se realizó un estudio experimental doble ciego en 29 mujeres de 20
a 50 años de edad con valores de LDL superiores a 100mg/dL e inferiores a 190
mg/dL. Objetivo: Evaluar el efecto del consumo de un producto lácteo adicionado
con probióticos, prebióticos y fitoesteroles sobre el perfil de lípidos en internas del
CERESO Femenil de San José el Alto, Qro. Metodología: Bajo consentimiento
informado se realizó un tamizaje a 145 mujeres, 34 cumplieron los criterios de
inclusión. Se asignaron de manera aleatoria a un grupo control o experimental.
Ambos grupos llevaron su dieta habitual e ingirieron diariamente durante 8
semanas una bebida láctea de 250 ml. (110.4 Kcal.). La bebida experimental se
adicionó con probióticos 1 x 107 ufc/ml de Acidobacillus acidophillus y
Bifidobacterium lactis, prebióticos 4% de oligofructosa e inulina y fitoesteroles
0.4% de sitosterol, stigmasterol y campesterol. El grupo control ingirió la misma
bebida, sin la adición de los compuestos a evaluar. Se les realizó perfil de lípidos
al inicio y al final del estudio. Resultados: El grupo control redujo de manera
significativa los niveles de (LDL) en un 8.6% (p=0.034), mientras que el grupo
experimental no presentó una reducción significativa; cabe aclarar que la
diferencia dejó de ser significativa al ajustar por IMC, edad y LDL inicial. No se
encontraron disminuciones significativas para (CT) o (TG), ni incremento en las
lipoproteínas de alta densidad (HDL) en ninguno de los dos grupos.
Conclusiones: El consumo de una bebida láctea adicionada con probióticos,
prebióticos y fitoesteroles, no logró mayor reducción en las concentraciones de
lipoproteínas de baja densidad en comparación con una bebida sin su adición.