Descripción:
En México, gran parte de su territorio se encuentra constituido por regiones donde la precipitación pluvial es escasa, por eso, uno de las principales limitantes en el desarrollo de la caprina cultura en las regiones semiáridas, es la limitada y estacional producción de alimentos, lo que conlleva a la reducida capacidad productiva y reproductiva de estos animales en condiciones de climas extremos. El nopal (Opuntia spp), puede considerarse como una opción viable de suplementación, especialmente por su capacidad de adaptación en regiones de baja precipitación pluvial y en suelos degradados, en los que puede llegar a producir hasta 2 toneladas de MS/ha (Materia Seca/hectárea) (Mishra et al., 2006), su elevado contenido de agua ( 90% o más), puede ser una fuente de aporte de este líquido en regiones con escasez (Ramírez et al,, 2000; Mondragón et al., 2003), por otra parte, presenta un considerable contenido de carbohidratos solubles y por lo tanto su aporte energético es importante. Debido a estas y otras características se ha utilizado como una fuente de forraje desde tiempos remotos (Mondragón et al., 2003). Sin embargo, se conoce muy poco sobre sus características y comportamiento degradativo en caprinos, además que no se ha generado información sobre el efecto que presenta el tamaño de la penca del nopal en la degradabilidad y capacidad de utilización ruminal en caprinos, ni tampoco el efecto que puede presentar la subalimentación en la capacidad de la utilización de esta planta. Esto aspectos son importante ya que en México el consumo de pencas jóvenes para consumo humano de Opuntia ficus indica es muy alto, mientras que existe un desperdicio elevado de pencas medianas y grandes que pueden ser utilizados como alimento para animales.