Carlota de Bélgica ha sido una mujer importante en la historiografía debido a su desempeño como emperatriz y regente del Segundo Imperio, hecho que devino en un espacio de debate y disputa dentro de la narrativa nacional mexicana. Aunque se cuenta con una copiosa información proveniente de autoras, autores y épocas, la mayor parte de dichos trabajos se han llevado a cabo bajo ópticas historiográficas tradicionales y redundantes. El siguiente trabajo de investigación tiene como intención llevar a cabo una revisión de las principales etapas de vida de Carlota, de 1867 a 1868, para reinterpretarlas y ponerlas a discusión desde las variables del género que propone Joan Scott: símbolos y mitos, conceptos normativos, identidad subjetiva e instituciones y organizaciones. Se plantea una nueva perspectiva sobre el impacto de Carlota en la vida política, social y cultural de México, al destacar y priorizar su papel como regente, y al situar su padecimiento mental en un contexto médico específico que permite cuestionar la enfermedad, así como los motivos de su tratamiento. Este trabajo, de igual manera, abre camino para la realización de estudios de la prensa que tengan como sujeto de estudio a las mujeres; y finalmente, permite desvincular a Carlota de todos aquellos lugares comunes en los que habita en el imaginario colectivo para colocarla como un sujeto histórico activo, consciente y disruptivo.