En el 2019, comenzó a vislumbrar en México un feminismo contemporáneo, caracterizado por un activismo vital, dinámico y confrontativo, que ha generado respuestas polarizadas entre la sociedad. Los Mecanismos de Protesta Feministas (MPF), es decir, las formas particulares de manifestación frente a la violencia de género contra las mujeres, que se han configurado dentro de la cuarta ola feminista en el contexto mexicano, han sido el foco principal de debate público. A medida que fueron más visibles los MPF, se observó la presencia de binarios estructurantes en los posicionamientos de las mujeres, que se transformaron en discursos hegemónicos -dentro o fuera de los feminismos-, y transgresiones y/o discriminaciones hacia otras personas. Luego de un diagnóstico sobre la problemática, partiendo de la revisión teórica de la cuarta ola feminista en el contexto latinoamericano y los feminismos interseccionales, retomando a autoras como Crenshaw (1989), Hooks (2004), Das (2008), Álvarez (2020), Cerva-Cerna (2020 y 2021), Lamas (2021) y Segato y Lang (2021), se diseñó un proyecto de intervención con la intención de crear espacios de diálogo-reflexión entre mujeres sobre los MPF, que incentivaran a reconocer la diversidad de discursos y posicionamientos al respecto, a partir de la creación de alianzas. Bajo un enfoque cualitativo y metodología participativa, el proyecto consistió en un taller de 7 sesiones, desarrolladas en los meses de septiembre y octubre de 2022 en la ciudad de Santiago de Querétaro, con un grupo de 6 mujeres cisgénero en edades comprendidas de 19 a 58 años. A partir de los resultados obtenidos, se confirma que el taller permitió explorar, reflexionar, diferenciar y confrontar; pero, sobre todo, instalar un espacio de diálogo de las convergencias y divergencias internas, para crear puentes, validar las diversidades y resituarse de forma crítica y responsiva hacia los modos de convivencia y existencia de las mujeres.