Descripción:
Se refiere a la obra de Gabriel Orozco como activadora de conciencia en el posmodernismo actual. El arte conceptual pareciera que no dice o no quiere decir nada, pero cuando se encuentra la intension del artista y el espectador logra comprenderla e incluso empatizar con ella, sale del momento del arte con un sentimiento de logro, una concepción del mundo diferente y una mente más abierta. La rapidez, la fluidez y la instantaneidad, marcan el ritmo de la actualidad, y para entrar en sintonía con la obra de Gabriel Orozco se requiere de tiempo, investigación y paciencia, no es arte que entre por la retina, si no por el intelecto. Se pretende demostrar, como, a través de su obra se puede salir de la rapidez del día a día y encontrar momentos de arte en la cotidianidad. Se cuestionará si su obra cobra sentido dentro del contexto sociocultural mexicano y que tan pertinente es comisionarle proyectos millonarios tales como el Proyecto de Chapultepec. Se analiza el contexto político mexicano, que es finalmente, el que decide otorgar los proyectos culturales y se analiza como el artista de convierte en solo un peón dentro de las grandes esferas de poder. La conclusión se deja en manos del lector, que solo por sí mismo puede experimentar el momento del arte y empatizar con la obra del artista, dándole o restándole sentido por sí mismo.