El Fanzine ha sido un medio de expresión que en sus inicios se posicionó como un medio contracultural accesible y desvinculado de varias formas a los fines económicos del sistema capitalista, donde a través del arte y la escritura, el movimiento feminista encontró la libertad de poner en circulación sus ideas, sus demandas y hablar de los temas que le son importantes a las mujeres, gozando de la ventaja de contar con la autonomía de contenido y edición. La creatividad feminista abraza el espíritu de comunidad y la filosofía del DIY (Do it yourself o hazlo tú misma) y lo incorpora a su praxis donde lo principal es generar vínculos con otras mujeres y producir reflexiones propias a través del ejercicio de hacer escuchar su voz, por medio del arte y la escritura.