Descripción:
Antecedentes: La enfermedad renal crónica (ERC) es un problema de salud pública por su alta prevalencia, incidencia y morbimortalidad. El tratamiento en las personas adultas mayores con ERC terminal considera múltiples aspectos debido a los riesgos de infecciones, desnutrición, internamientos hospitalarios, alteración en la calidad de vida y en la capacidad funcional. Poco se ha descrito sobre el desenlace que implica el tratamiento de diálisis en la sobrevida de los pacientes y sobre los factores asociados a la mortalidad. La presencia de comorbilidades, desnutrición y/o la presencia de mayor edad pueden ser factores de mal pronóstico. Identificar la importancia del tratamiento en la sobrevida de las personas adultas mayores y algunos factores que modifiquen el pronóstico permite mejorar la toma de decisiones y generar modelos predictores que impliquen la individualización del tratamiento en nuestra población. Objetivo general: Determinar la sobrevida de los pacientes mayores de 60 años con enfermedad renal crónica terminal con inicio de tratamiento de sustitución de la función renal con diálisis peritoneal. Material y métodos: Se realizó un estudio longitudinal, observacional, retrospectivo, donde se incluyeron expedientes de las personas adultas mayores a 60 años con diagnóstico de ERC terminal que iniciaron tratamiento con diálisis peritoneal del año 2014 al 2016, con seguimiento al año 2019. Resultados: Se incluyeron 152 expedientes, 87 (57%) hombres y 65 (43%) mujeres. Se observó una mediana de sobrevida (supervivencia) de 21 meses (RIC 11-39.3) y la supervivencia al año de la población total fue del 71.7%, al segundo año de 46% y al tercer año fue de 27.6%. En el análisis multivariado se identificó que el grupo de edad de 75-79 años presenta un HR 2.51 (IC 95%, 1.245-5.07, p 0.01). Conclusiones: La mediana de sobrevida en nuestra población es menor a lo reportado en la literatura. El porcentaje de sobrevida de los pacientes adultos mayores al primer, segundo y tercer año fue menor a lo reportado en otras poblaciones. La población de 75-79 años de edad, presentó un riesgo de mortalidad 2.51 veces mayor a los 36 meses de seguimiento.