Descripción:
Durante años, el registro cardiotocográfico se ha utilizado en la obstetricia como herramienta para detectar procesos de hipoxia en el feto durante el trabajo de parto. Ya que se trata de un estudio fácil de realizar, analizar, replicar y no es invasivo. Sin embargo, se ha observado que su realización, se relaciona a un incremento en la indicación de cesárea por diagnóstico de riesgo de pérdida de bienestar fetal. En este trabajo de investigación se revisaron los expedientes de pacientes diagnosticadas con “riesgo de pérdida de bienestar fetal” por registro cardiotocográfico categoría II y III. Se incluyeron un total de 193 mujeres con embarazos únicos entre las 37-41 semanas de gestación, en trabajo de parto durante el periodo de julio de 2021 a julio de 2022 en el Hospital del niño y la mujer y se analizó la relación que tienen estos registros con la calificación de APGAR obtenida en el recién nacido. Los resultados obtenidos en esta investigación concluyen que el registro cardiotocográfico categoría II y III no tiene una relación estadísticamente significativa con la obtención de un recién nacido con APGAR igual o menor a 7 puntos.