El trabajo ha acompañado al hombre a lo largo de la historia. Trabajar no solo implica el ejercicio de una serie de conocimientos o habilidades, sino una compleja red de motivaciones sociales y psíquicas que hacen de éste una entramada red de factores que tocan todos los aspectos de la vida de la persona. Tanto lo afectivo, como lo fisiológico y cognitivo entran en juego en el mundo laboral. En este sentido, a partir de las últimas décadas, investigadores, empresarios, gobiernos y especialistas de todas las áreas han vuelto la mirada a las afectaciones que tienen los riesgos psicosociales en el trabajo y cómo afectan de manera compleja a las sociedades modernas. Su estudio y atención coadyuvan a mejorar la calidad de vida y la salud de millones de trabajadores en el mundo, así como garantizar el bienestar social y el desarrollo económico tomando como eje principal el factor humano. Por esta razón, el presente estudio pretende implementar la NOM-035-STPS-2018 en el sector público, con la finalidad de proporcionar a la administración pública del Estado de Querétaro la información pertinente para prevenir los factores de riesgo en sus centros de trabajo. Aunado a ello, el objetivo es generar la reflexión en otras dependencias sobre la pertinencia de crear consciencia sobre las enfermedades mentales y fisiológicas que pueden desarrollar sus trabajadores por la omisión de dicha normatividad. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), han reconocido y señalado los riesgos que el trabajo conlleva y la necesidad de atenderlos, investigarlos y prevenirlos como una estrategia fundamental para el mundo contemporáneo. El individuo que labora se halla frente a escenarios que suponen no sólo la puesta en práctica de sus habilidades y conocimientos, sino de factores actitudinales, emocionales y de pensamiento crítico que inciden en los logros y las metas a las que tiene que responder y dar cumplimiento. No obstante, muchas veces esta situación es invisibilizada por las exigencias y las demandas de los empleadores e incluso por los mismos trabajadores. Aun cuando las cargas de trabajo, las jornadas y deberes excedan las capacidades físicas de los individuos, el cumplimiento de éstas resulta ser la prioridad de los empleadores y un imperativo para los empleados.