El comportamiento alimentario que se ha relacionado con la obesidad diabetes y enfermedades cardiovasculares requiere ser estudiado desde los enfoques de las teorías del comportamiento, para comprender los motivos que conllevan a ciertas conductas desfavorables para la salud. El objetivo fue determinar las creencias y normas sociales relacionadas con la obesidad y con el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes en mujeres del municipio de Querétaro. Se revisaron los hallazgos de estudios en mujeres mexicanas que documentaban factores sociales y cultuales relacionados con la alimentación y la obesidad, posteriormente se desarrolló un instrumento para medir los factores más prevalentes. El instrumento se aplicó a 243 mujeres y se validó mediante análisis factorial exploratorio, confirmatorio y ANOVA. Posteriormente se aplicó el instrumento validado a 321 mujeres del Municipio de Querétaro, Qro. Además se registraron variables socioeconómicas, de actividad física, imagen corporal y de dieta. Se midieron y pesaron a las mujeres y se tomó una muestra de sangre para determinar concentraciones de glucosa, lípidos e insulina. Mediante ecuaciones estructurales se determinaron las relaciones causales de obesidad, resistencia a la insulina como marcador de riesgo de diabetes y el índice triglicéridos/colesterol HDL como marcador de riesgo cardiovascular. Los modelos confirmaron la relación de inseguridad alimentaria en el pasado con una sobre-valoración de los alimentos y de la saciedad, que a su vez se relacionaron con una ingesta elevada de carbohidratos que se asociaron a obesidad y consecuentemente a riesgo de diabetes. La ingesta elevada de carbohidratos se relacionó con un alto riesgo de enfermedades cardiovasculares. La asociación del nivel socioeconómico medio y medio bajo con un mayor riesgo de diabetes y enfermedades cardiovasculares se puede explicar por las experiencias de inseguridad alimentaria que cimientan un alto valor de la alimentación y consecuentemente conductas alimentarias desfavorables que son enfocadas a la saciedad y al gozo de los alimentos. Las estrategias de salud pública dirigidas a segmentos socioeconómicos medio y bajo deben considerar los motivos verdaderos que guían la elección de alimentos en la vida cotidiana en campañas que promueven una alimentación saludable.