La contingencia sanitaria por el coronavirus no solo ha traído una crisis de salud y económica, sino que también ha modificado las dinámicas sociales afectando con ello a millones de personas. El costo humano de esta enfermedad ha sido muy alto y con base a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), “ningún otro grupo lo ha sentido más de cerca que los profesionales sanitarios”. Además de la evidencia con la que se cuenta de la violencia sentida por el personal de salud, la pandemia vino a acrecentar esta situación. Por lo tanto, en este estudio se buscó conocer el nivel de violencia ejercido hacia el personal sanitario a causa de la pandemia por COVID-19 y como este afecto su calidad de vida desde una perspectiva Bioética, mostrando así los efectos de este fenómeno y las alternativas deseadas para poder disminuirlo. Dentro de los resultados más significativos podemos encontrar que el 80% de la población de estudio, consideró haber trabajado en condiciones de riesgo, tales como falta de Equipo de Protección Personal (EPP) o que el equipo con el que trabajaron estuviera en malas condiciones, ir a laborar en condiciones de salud vulnerables, así mismo el aumento del estrés postraumático y algunas afectaciones que sobrepasaron la salud mental, traduciéndose en síndromes y síntomas que afectan directamente la calidad de vida de los involucrados.