"Las herramientas digitales son, desde hace algunos años, parte de la vida diaria, las nuevas tecnologías han ido ocupando cada vez más territorios de la vida social. Ver las noticias, postular a un trabajo, asistir a clases, agendar una reunión con amigos, encontrar la mejor ruta para llegar a un lugar, entre otras muchas actividades exigen el uso y dominio básico de tecnologías de la información y la comunicación. Sin embargo, este no ha sido el único elemento desencadenante de la asimilación de nuestras vidas al orden digital. La evolución, independiente e imparable, de internet, sumado al incremento de los mercados de producción e innovación de las TIC’s han construido en nuestras sociedades nuevos marcos de desarrollo personal y colectivo, han permitido también la existencia de nuevas formas de ser y estar en el mundo, formas que las generaciones pasadas apenas imaginaban o atribuían a obras literarias y cinematográficas de ciencia ficción. En este sentido, es previsible y casi inevitable proyectar el surgimiento de nuevas formas de victimización. Mismas que, ancladas en la sociedad de la información representan retos jurídicos, tecnológicos, criminológicos y por supuesto victimológicos. Por ello, es importante identificar estas nuevas formas de victimización, conceptualizarlas, describirlas, hallar patrones y dibujar sus causas."