Teresa García Gasca (Coordinadora); Omar Chávez Alegría (Coordinador); Claudia Elvira Romero Herrera (Coordinadora); Dora Celia Carreón Freyre (Coordinadora); Enrique Uribarren Castro (Coordinador)
Descripción:
La crisis hídrica que vivimos no es, ni de cerca,
la que viviremos y la que vivirán las nuevas
generaciones. Si no actuamos ahora,
irremediablemente llegará el día en que no se
cuente con la disponibilidad de agua, iniciará la
restricción y el racionamiento, se especulará y se
encarecerá el servicio de distribución, el agua
potable será cada vez más escasa. De acuerdo
con la CONAGUA, el nivel de estrés hídrico es
alto para México, con un valor de 47% para los
años 2018 y 2019 (CONAGUA, 2021). En
2022, la Red del Agua en la UNAM,
pronosticaba que desde hace 50 años el 25%
de la población mundial estaría en estrés hídrico
(Aguilar, 2022). De acuerdo con datos de esta
Red el 80% del agua disponible en las cuencas
hidrológicas se utiliza para abastecer la
demanda (González-Villareal, 2022).
El cambio climático acelera el fenómeno de
estrés hídrico ya que las sequías son cada vez
más frecuentes, largas e intensas y se estima que
para el 2050 podrán afectar a más de tres
cuartas partes de la población mundial,
obligando la migración de cientos de millones
de personas, generando hambrunas y pobreza
(Vähänen, 2020). Para disminuir los estragos de
la falta de agua en las cuencas es imperativo
llevar a cabo diferentes acciones, definidas por
los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la
ONU, particularmente los ODS 6, 7, 11, 12,
13, 14 y 15. Las acciones van desde lo
individual hasta lo colectivo; cuidando y no
desperdiciando el agua, evitando su
contaminación, reforestando con flora nativa,
respetando las áreas verdes que -además- evitan
inundaciones en tiempos de tormentas,
restaurando los ecosistemas, entre muchas otras
acciones.
Todo lo anterior depende, fundamentalmente,
de políticas públicas asertivas y de educación.
La solución radica en el intercambio masivo de
conocimientos, la capacitación, la buena
gobernanza y una financiación suficiente. El
problema no es de un solo sector y la
responsabilidad de resolverlo no es de unos
cuantos. Es necesaria la participación de la
sociedad entera, de todos los municipios -con
sus diferentes realidades- para aportar
propuestas que permitan el cumplimiento de las
metas. La buena gestión del agua permitirá, de
acuerdo a González Villagrán, “1. garantizar el
abastecimiento de agua, de buena calidad, en
la cantidad adecuada para toda la población,
incluyendo zonas periurbanas y zonas rurales, 2.
contar con una cantidad suficiente de agua para
el desarrollo saludable del medio ambiente, 3.
tener agua para las actividades económicas
(producción industrial, de alimentos, de energía,
entre otros) y 4. garantizar “estas tres cosas”,
incluso ante la ocurrencia de fenómenos
hidrometeorológicos, como sequías e
inundaciones, que son cada vez más extremas
por el cambio climático” (Guzmán, 2022).
Es por ello que, ante la necesidad de una ley
integral para la gestión y regulación hídrica en
Querétaro, y a partir de la aprobación de la
“Ley que Regula la Prestación de los Servicios de
Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento del
Estado de Querétaro” (Periódico Oficial del
Gobierno del Estado de Querétaro La Sombra
de Arteaga, 2022) publicada el 21 de mayo
del 2022 en la Sombra de Arteaga, surgió una
iniciativa interinstitucional e intersectorial para
acercar elementos a las autoridades con la intención de aportarlos como base para formular
la Ley de Aguas que necesita nuestro estado.
Pautas para la Regulación Hídrica desde los
Enfoques de Derechos Humanos y Sustentabilidad,
es un documento elaborado cuidadosamente de
forma interdisciplinaria, basado en el conocimiento
de personas expertas en la materia, con diversos
enfoques, pero con un solo objetivo: garantizar el
agua para los ecosistemas y para las personas. El
documento que aquí se presenta divide su contenido
en seis apartados, no sin antes introducir la
problemática y enfatizar su enfoque colaborativo y
social.
El primer apartado, a cargo del Dr. Raúl
Pineda López, la Dra. Claudia Romero y la Dra.
Dora Carreón, explica el Contexto Local para el
agua en Querétaro, las cuencas superficiales y
aguas subterráneas que abastecen al estado, los
aspectos socioambientales y geográficos que
afectan su disponibilidad, los sectores económicos
que incrementan su demanda y las afectaciones
por infraestructura. Este capítulo enfatiza la
insuficiente normatividad para regular la
distribución y uso racional del agua, la falta de
datos reales para el diagnóstico y seguimiento
de cuencas y acuíferos y los problemas
asociados con el cambio climático.
El apartado segundo, Regulación Hídrica:
Dos enfoques, por la Mtra. Mercedes Cabrera y
la Dra. Claudia Romero, presenta los dos
enfoques en los que se basa el documento: el de
Sustentabilidad, desarrollado por la Dra.
Mónica Ribeiro, la Mtra. Mercedes Cabrera y el
Dr. Omar Chávez y el de Derechos Humanos,
presentado por la Dra. Claudia Romero. En el
primero se discuten los compromisos que se deben asumir para hacer un buen uso del
recurso sin comprometer a las siguientes
generaciones. En el segundo, la necesidad de
armonizar las leyes con las normas y tratados
nacionales e internacionales con perspectivas de
género y territorial.
En el tercer apartado se abordan las Pautas
para la Conservación, por el Dr. Raúl Pineda y
la Dra. Dora Carreón desde el enfoque de
gestión integrada de cuencas hidrológicas. De
esta forma se identifica a la cuenca como la
interacción del suelo, el agua y la biodiversidad
con un enfoque holístico y establece los criterios
para la conservación del ciclo socionatural, del
manejo sustentable para el bien común y la
restauración de las cuencas como política
fundamental para el manejo.
Las Pautas para el Acceso Equitativo se
abordan en el cuarto apartado, elaborado por
la Dra. Claudia Romero y la Dra. Izarelly Rosillo,
quienes plantean el suministro del agua para uso
y consumo humano desde la visión de los
derechos humanos: agua suficiente, inocua,
disponible, asequible, y económica. Se aborda
el principio de equidad y se establece el
derecho humano para garantizar otros derechos -como el derecho a la salud- y como un bien
jurídico.
El quinto apartado relativo a las Pautas para
la Prevención de Riesgos y Conflictos divide su
contenido en gobernanza del agua por la Dra.
Joyce Valdovinos y el Lic. Enrique Uribarren,
participación, transparencia y rendición de
cuentas por parte de la Lic. María de Jesús
Ibarra y del Mtro. Luis Alberto Fernández;
evaluación y gestión de riesgos por la Dra. Dora
Carreón, el Dr. Alfonso Gutiérrez y el Dr. Raúl
Pineda y, particularmente los riesgos sanitarioecológicos abordados por el Dr. Víctor Pérez
Moreno y el Dr. Juan Pablo Ramírez Herrejón.
Finalmente, el último apartado reflexiona
sobre el Rumbo a un Modelo de Gestión
Sustentable y Equitativo del Agua, por parte de
quien suscribe, en donde se plantea la reflexión
final y las conclusiones de la obra. El título del
apartado sugiere que este camino está apenas
empezando, abrimos las primeras brechas y nos
adentramos para construir un modelo que
dependerá de nuestra capacidad para escuchar
a todas las voces. El modelo, como tal, no existe
aún. Estas Pautas para la Regulación Hídrica
son eso, la primera guía para iniciar un trabajo
más amplio y participativo.