Descripción:
Me he propuesto en el curso de este trabajo tan sencillo, una tarea difícil, llena de escollos dada la escasa experiencia en la materia, pero que reviste una enorme importancia y que tal vez me he dejado llevar por el mismo entusiasmo.
En los años que pase como estudiante en la universidad, y en especial en las clases de derecho penal, fue naciendo en mi poco a poco una inquietud por que alguna vez en mi carrera profesional pudiera entender a una de esas personalidades que en el destino quiso que encontraran el camino de la delincuencia, tan lleno de miseria y de angustia y tal vez de arrepentimiento hacia aquellos seres a los cuales la sociedad les exige que vean la luz cuando ella misma contribuye en cierta forma a la comisión de los actos antisociales; cuando únicamente ves en ellos (los delincuente) seres monstruosos o figuras de hombres.
Me encuentro a un arduo problema, lleno de rutina, de papeleo de indiferencia y que puedo ser que nunca llegue a su feliz realización como es: "LA FUNCIÓN DEL JUEZ PEDAL MEXICANO ANTE EL HOMBRE DELINCUENTE", función a la cual la ley impone la de no juzgar delincuentes abstractos, sino hombres de carne y hueso, al hombre que siente, que quiere. Y en las accidentales practicas que he tenido en los juzgados penales de esta ciudad., me he dado cuenta de que el hombre cuya conducta le ha llevado al campo delito necesita más que nunca estudio y comprensión ya que vive segregado de la sociedad la cual lo califica como: salteador, ladrón, asesino, malviviente¿ y desde lo más recóndito de su alma se rebela contra ella. He procurado hacer mi humilde trabajo después de consultar algunos textos y lo poco que he llegado a apropiarme en mis escasas experiencias en los Juzgados y que por esto último esté deficiente y que sirva de excusa.