Descripción:
La enfermedad mental es en nuestros días un problema humano y médico aún no resuelto pues es evidente que muchos intentos por darle solución se han desbordado en el fracaso; sin embargo, también es cierto que otros esfuerzos no han sido inútiles. Por otro lado, los límites entre la enfermedad y la salud son muy inciertos, lo cual crea un terreno muy escabroso para el sembrado de abordajes terapéuticos eficaces que puedan brindar buenos frutos. El interés del presente estudio se dirige a hacer un análisis de lo que está pasando actualmente el este ámbito: ¿Qué alcances se han logrado con la aplicación de diversas modalidades psicoterapéuticas a pacientes psiquiátricos? ¿Qué hacer para que el paciente restablezca sus hábitos de convivencia, aprobación personal y social? ¿Qué implica una rehabilitación integral para que el paciente pueda adaptarse nuevamente al medio ambiente que le rodea? ¿Cuál es el tipo de atención que el enfermo necesita para recuperar la funcionalidad en todas las áreas de su vida: social familiar, laboral, etc.? En esta última parte del siglo XX hemos sido testigos de cambios notables en todas las esferas de la vida. Si bien podríamos calificar con acierto muchos períodos históricos como épocas de transición, ninguno de ellos puede compararse con el presente en términos ·de la naturaleza, la frecuencia y magnitud de los cambios que los individuos tenemos que enfrentar. Los gigantescos avances de las tecnologías modernas, la rápida expansión del acervo de información científica y el profundo escepticismo respecto a las estructuras, los valores y las instituciones sociales han sido evidentes hasta para el observador más casual de los últimos años. El que otorguemos nuestra aprobación ha dicho cambio tan rápido, es irrelevante, en último término, tenemos que aprender a vivir con él, más exactamente: Tenemos que aprender a planear y dirigir este cambio si queremos vivir con cierto grado de satisfacción, significado y utilidad para con nosotros mismos y la sociedad en general. Dentro del terreno de las instituciones prestadoras de servicios de atención a la salud, la lección es clara. En el contexto de cambio rápido y no planificado, una institución estática no puede sobrevivir si los bienes o servicios que prestan no se ajustan a este cambio y se otorgan brindando buena calidad en ellos. Los éxitos obtenidos en el pasado por los servicios de salud, significan muy poco dentro de un contexto influido por consumidores, productos, valores, estilos de vida; además, con el continuo cambio se exige cada día mayor calidad en el servicio demandado; por tanto, las instituciones prestadoras de servicios a la salud tienen que desarrollar por sí mismas los medios que permitan llevar a cabo una renovación continua y eficiente. Tienen que ser capaces de reconocer la calidad de servicios que prestan, también cuándo es necesario cambiar, y, sobre todo, tienen que disponer de herramientas suficientes que les permitan provocar dicho cambio, siempre que éste sea relevante y garantice mayor calidad en los servic1os que proporcionan.