El incesante encuentro y desencuentro del sujeto con sus objetos suelen ser vividos en una sucesión de condiciones tan diversas que es imposible definirlas dentro de un marco que de alguna forma pudiera atribuírsele a un determinismo donde se ignorara la presencia del resto de las representaciones y sus correspondientes quantum de afecto; Desde esta perspectiva, resultaba por demás ilustrativo el estudio de un caso tan paradigmático como lo es el de Ernst Wagner, en donde localicé un especial acento en la vivencia de formas opuestas de sentir, creer y responder a las representaciones de su propia persona como de los demás y de su ambiente, y que me pareció precisamente que era su resistencia a aceptar su constitución ambivalente lo que desencadenó su actuar. Estudiar desde el psicoanálisis freudiano la variabilidad de los encuentros sujeto-objeto, en la que incluso se localizan formas opuestas de ir estableciendo el lazo entre estos, fue el propósito fundamental del presente trabajo de tesis, de forma que localizar las construcciones teóricas elaboradas por Sigmund Freud en relación a la ambivalencia me interesaba particularmente ya que consideraba que en éste fenómeno se daban formas de encuentro tan diversas que se oponen entre sí. Hube así de investigar el recorrido histórico de Freud respecto tres conceptos básicos: El Sujeto, El Objeto y La Ambivalencia. El hallazgo principal fue que si bien Freud partía de la idea bleuleriana de ambivalencia, el desarrollo que él continuó de este término daba cuenta de algo diferente, mucho más complejo: Señalaba la subjetividad, mucho más allá de la tendencia de la psique a otorgar al mismo tiempo un índice positivo y otro negativo, indicando no una condición dual, sino de constitución múltiple, complejidad que daba muestras desde los tiempos más tempranos del desarrollo psicológico y se hacía evidente a cada paso del sujeto; En resumen, cuando Freud hacía mención de la ambivalencia, en realidad se remitía a procesos más amplios y complejos qWue no se acotaban en la oposición activo-pasivo, amor-odio¿