Descripción:
El presente trabajo pretende ser una propuesta de reflexión filosófica que gira en torno al pensamiento de Teresa de Jesús concretamente a través de su escrito: El libro de la Vida, narración de una vivencia y experiencia pura. Vivencia entendida desde el punto de vista fenomenológico concebida por Edmund Husserl como unidad intencional donde se conjuntan conciencia y mundo en sus contenidos. Vivencia que se manifiesta por sentimientos, recuerdos, pensamientos, afectos, percepciones y sensaciones. Experiencia que hilvana vida y obras (escrita y fundacional) de manera magistral de tal forma que no se encuentran a simple vista los límites entre una y otras. Experiencia de la libertad porque como dice Husserl en su libro de Ideas I: ¿sólo por medio de actos de experiencia reflexiva sabemos algo de las corrientes de las vivencias y de la necesaria referencia de ellas al yo puro¿.1 Experiencia fenomenológica porque Teresa, al escribir el Libro de la Vida, nos enseña lo que Husserl siglos después en su libro Investigaciones Lógicas denominó como ¿retroceder a las cosas mismas¿,2 llegar a la esencia, al origen del sí mismo. A través de un ejercicio que Husserl llamó epojé, actitud crítica ante lo que se nos aparece, para ir más allá, y que Teresa logró compartir en este escrito. En el presente ejercicio tanto el método como la filosofía fenomenológica, nos ayudan a comprender la vida y obra de Teresa de Jesús en el Libro de la Vida. En este documento, todos los caminos nos llevan a la libertad, a la felicidad, al amor, a la vida. Ya sea desde la realidad humana, ya desde el conocimiento y expresión, ya desde la acción. Teresa una mujer que trascendió su tiempo y su espacio histórico, con su peculiar manera de ver la realidad, su coherencia, su claridad y determinación hacen de ella una mujer renacentista, moderna y definitivamente contemporánea. Teresa escritora, maestra, mística, forjadora de vida y pensamiento, definitivamente nos hereda su testimonio de vida: prudente y subversiva buscadora de la verdad En este contexto, la libertad deja de ser idea, concepto y se transforma en experiencia viva. Aunque el Libro de la Vida se encuentra enmarcado en un contexto místico y religioso, la experiencia teresiana, trasciende sus espacios originarios para insertarse en el terreno filosófico, con su propuesta de método y modo de ver y pensar la realidad.