Me gustaría comenzar la presente introducción explicando el motivo por el cual escogí el tema sobre la significación del cuerpo en esta experiencia en psicoterapia grupal con niños. Para lo cual he de decir que desde hace tiempo he dirigido mi interés al Psicoanálisis Infantil, siendo los primeros seminarios sobre este tema que impartí en la Facultad de Psicología (1988). Atrayéndome con respecto a la atención infantil, el sufrimiento de que es objeto el niño a veces desde recién nacido, sobretodo en situaciones en las que el niño nace ya¿ dentro de una problemática familiar muy intensa, o ya sea que debido a un conflicto no resuelto por la madre, la relación madre-hijo se ve perturbada desde el comienzo. En estos casos, el sufrimiento que se produce en el bebé, será muy difícil de ser elaborado por éste, ya que no posee medios suficientes para descifrarlo o al menos para poderlo expresar, quizás porque la pena que lo embarga es más grande que su ser, o porque el lenguaje se le presenta demasiado tarde, o quizás porque ya desde entonces el lenguaje se había mostrado impotente para expresar la magnitud de su sufrimiento. Es un reto para el terapeuta el poder descifrar todo aquello que precedió al lenguaje y el poder ligarlo al mismo, para que pueda ser elaborado por el niño. Remitiéndose todo esto a los orígenes del ser humano, es decir, a los comienzos de la estructuración del aparato psíquico. Así es que cuando se presentó la oportunidad de incorporarme al Proyecto G.I.N., era para mí un sueño el poder participar en esta experiencia, en donde podría seguir INVESTIGANDO sobre el Psicoanálisis Infantil, además de iniciarme en el trabajo grupal con niños. Teniendo también la intención expresa de poder realizar mi tesis de maestría con respecto a algún aspecto sobresaliente en el grupo con el que estuve trabajando.