Descripción:
Entre la enfermera y el paciente geriátrico debe establecerse una cooperación amistosa capaz de persistir a través de los años. Sólo por medio de una relación basada en la comprensión y en la simpatía puede esperarse que la enfermera rinde un servicio completo, las personas que son de edad necesitan de esa guía, igualmente necesitan poder ayudarse a sí mismos en forma activa y no simplemente abandonar toda clase de esfuerzos esperando ciegamente les llegue lo mejor, pues si entre ellos se desarrolla una amistad y un sentido de cooperación harán más fácil la relación entre ellos y la enfermera. A fin de proporcionarles a los pacientes geriátricos el mejor cuidado de enfermería, la enfermera debe conocer las disciplinas conexas y estar familiarizada con sus conceptos y sus conocimientos a fin de relacionarlos con el ejercicio de su profesión.