Descripción:
La cuantificación del sangrado transoperatorio siempre ha resultado motivo de controversia entre los médicos anestesiólogos, ya que cada uno de ellos da un valor diferente a la cantidad de sangrado de un paciente. El objetivo de este estudio fue determinar la diferencia en la cantidad de sangrado valorada por estimación visual por el anestesiólogo vs la valorada por cuantificación volumétrica. Metodología. Se incluyeron 65 pacientes, de ambos sexos, mayores de 16 años, con niveles de hemoglobina de 14 a 16 g/dL, clasificados ASA I y ASA II, sometidos a cirugía urgente o electiva y bajo técnica anestésica regional o general. Al término de la cirugía se solicitó al anestesiólogo la cantidad de sangrado en mililitros estimada visualmente en base a gasas, compresas y envase de succión. Posteriormente se pesó en báscula volumétrica el material textil usado. Se restó el peso de las gasas y compresas secas. Por otro lado se solicitó a la enfermera circulante la cantidad de líquido proporcionado y a esto se restó el líquido del lebrillo. Lo obtenido fue la cantidad de agua en el envase y el resto del contenido de éste se cuantificó como mililitros de sangre. Se compararon cantidades de sangrado estimado y cuantificado en el envase de succión, material textil y global. De los datos obtenidos se analizaron las diferencias de medias y su significancia estadística con la prueba t de student. Resultados. Se encontró una diferencia significativa en la valoración del sangrado contenido en el envase de succión. En la valoración en base a material textil la cantidad de sangrado estimado y cuantificado fue prácticamente la misma. Sin embargo, en la cantidad total de sangrado transoperatorio estimado y cuantificado se obtuvo una p < 0.05. Conclusiones. El médico anestesiólogo sobreestimó la cantidad de sangrado contenido en el envase de succión y esto causó un aumento significativo en la valoración global del sangrado agudo transoperatorio. Una sobreestimación del sangrado agudo conlleva a infusión masiva de cristaloides, coloides y multitransfusiones con secuelas a nivel pulmonar o reológico. Una baja estimación lleva a fluidoterapia seca con secuelas como choque hipovolémico. Debe dársele un valor lo más exacto posible a la cantidad de sangrado agudo transoperatorio, basado en un método cuantitativo.