En la actualidad en México se padece de un crecimiento importante de diabetes mellitus, especialmente de la diabetes tipo 2, donde el sector la población más afectada son los adultos, y de este sector los adultos mayores. A esto aunado la falta de actividad física en la mayoría de nuestra población y la elevada carga genética de diabetes de nuestros padres y abuelos, da como resultado final una población en riesgo de enfermedad. Por tal motivo el gobierno federal a través de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) crea un programa nacional de actividad física para la población, pero dicho programa no responde a las necesidades del sector de la tercera edad, si bien en esta fase las capacidades físicas se ven mermadas por el paso del tiempo, se deja en vacío a los mayores de 65 años y estos requieren de mantenimiento de los músculos, ligamentos y huesos para que no se atrofien y pierdan su movilidad. Bajo estos antecedentes al programa nacional de actividad física se le realiza una propuesta de incremento, con el fin de agregar a los adultos mayores que ya tienen diabetes y que se encuentran en diferentes etapas de dicha enfermedad. Al realizar el comparativo entre la propuesta y el programa actual, se muestra que la intensidad de las pruebas físicas es y debe ser de menor grado, esto es medido bajo un cuestionario de capacidades físicas y de la frecuencia cardiaca de cada persona (FC). Dando como resultado final bajo el formato que ya establece el programa nacional de actividad física un abanico de ejercicios físicos que puede realizar cada persona de acuerdo a sus posibilidades físicas. Dando como conclusión que si bien se otorgan programas y rutinas de activación física en los niños, jóvenes y adultos se debe ver que estos programa con las variantes de cada una de las fases de vida lleguen a la tercera edad, que en la mayoría de los casos es la más vulnerables a las enfermedades crónico degenerativas como es la diabetes.