Descripción:
Para determinar de manera aproximada el patrón de distribución de una tormenta con pluviómetros, es necesario instrumentar una red densa de equipos dentro del área de interés. Un radar meteorológico, en cambio, ¿barre¿ un campo tridimensional de precipitación sobre grandes áreas (con celdas de información tan pequeñas como 0.01 km2) y una alta frecuencia temporal (cada 5-15 min). Cuando se logra una calibración aceptable entre mediciones de reflectividad e intensidad de precipitación, es posible obtener hietogramas a partir de las imágenes del radar para áreas tributarias definidas según determinado criterio de escalado, de tal manera que la respuesta hidrológica ¿o al menos la distribución de la lluvia¿ resulte parecida a la que se obtiene con los métodos tradicionales (por ejemplo, polígonos de Thiessen). Como caso de estudio, se analizó una tormenta medida por el radar Querétaro de banda C y 11 pluviómetros locales ocurrida sobre la cuenca urbana del Dren Norte en la ciudad de Querétaro (México). Se generaron unidades de escurrimiento con diferentes escalados (entre 500 y 6000 celdas de área incipiente), se obtuvieron sus hietogramas ponderados con ambos instrumentos así como la correlación local (por área) y global (por cuenca) que guardan entre sí, encontrándose el valor más alto para un escalado de 3000 celdas (0.3 km2), esto es el tamaño de área tributaria para el que se tuvo una distribución de datos pluviométricos estadísticamente más similar a la registrada por el radar meteorológico.