Ma. Juana Estrada Robles
Descripción:
Vivimos en un mundo violento lleno de amargas realidades y bajo la amenaza de guerras fratricidas. Si estas realidades causan estragos en la conciencia del adulto. Cuanto más los causaran en los jóvenes cuyas vidas y afanes se pierden en el dolor, y en la incomprensión de los adultos. En la vida humana hay periodos que podemos calificar de encrucijadas y el que peores huellas deja es la adolescencia: cuando esta se aparta de los cauces normales no tratemos de resolver estas desviaciones con violencia, ni castigo, porque el joven se debate entre lo que va a desaparecer (la infancia), y la lucha por nacer (el hombre). Si en este debate no hay dirección, ni amor, ni comprensión, se dará el momento propicio para que se pierda el cauce, teniendo como punto final los actos delictivos. Que afectan a la sociedad, la familia y en consecuencia al sujeto mismo. Es a nosotros los adultos a quienes corresponde brindar la atención, comprensión y afecto a los jóvenes actuales, para que en el futuro sean miembros constructivos de una sociedad que cristalice, en el mejoramiento de las condiciones de existencia del individuo y de la comunidad.