Descripción:
La presente investigación intenta describir cómo la naturaleza social del hombre lo lleva a organizarse en forma grupal y el grupo humano se conforma como tal a partir de ciertas instituciones que constituyen a la sociedad. Siguiendo a Enrique Marí se expone cómo para que el sistema de instituciones funcione, es indispensable una distribución del poder, la cual traerá consigo la instauración de jerarquías desiguales que requieren de legitimación para ser aceptadas. El dispositivo del poder se legitima a partir de la articulación de tres factores: i) el discurso del orden, ii) el imaginario social, y iii) la fuerza. Continúa la investigación mostrando cómo tales elementos legitimadores se van erosionando ante la mirada de la sociedad, que empieza a percibirlos como conceptos gastados, superficiales y hasta ridículos, utilizando para tal efecto los postulados de los formalistas rusos sobre el proceso de automatización, concretamente lo expuesto por Viktor Schklovski. Se revisa de qué forma en Domar a la divina garza, novela integrante del Tríptico del carnaval, Sergio Pitol realiza una parodia de esta nueva visión de los elementos, en la que hace mofa de los personajes que detentan el discurso del orden, aquél que la sociedad percibe como vacío y desprovisto de toda vinculación con la realidad. Se describe la forma en que la parodia es llevada a cabo, introduciendo la palabra ajena a través de las imágenes del carnaval propuestas por Bajtín, tales como el banquete, los cuerpos grotescos, lo inferior material y corporal, para comprender que por medio de esta imaginería Pitol hace una caricatura de la caricatura, y enmascara, principalmente, al discurso del orden con exageraciones para develar a través de la máscara su verdadera naturaleza.