Descripción:
Numerosos ojos se han posado sobre América desde finales del siglo XVI, cuando Europa occidental se puso en contacto con la `nueva¿ mitad del globo. El encuentro de dos mundos desconocidos, aunque de cierto modo adivinados uno por el otro, fue registrado por visitantes de todo tipo a partir de entonces: desde militares y frailes peninsulares en épocas de la Conquista, hasta diplomáticos y empresarios de muy diversas nacionalidades en tiempos más cercanos a los nuestros.
En los albores de los 1800, el barón prusiano Alexander von Humboldt inauguró un segundo siglo de viajes exploratorios en América con expediciones botánicas, geográficas y arqueológicas. El primer impulso viajero había correspondido al siglo XVI, pero la cantidad de hombres que había llegado al Nuevo Mundo, principalmente con afanes de conquista o evangelización, disminuyó de forma considerable en los dos siglos subsiguientes. La opinión extendida de superioridad eurocéntrica había propiciado una campaña de menosprecio y, amparada en estudios de científicos como el Conde de Buffon, Cornelius De Pauw, David Hume o William Robertson, condenaba a la realidad americana como bárbara o al menos retrasada.