Descripción:
Se ha visto que las ciencias de la salud han tenido grandes avances y éxitos en el combate contra las enfermedades, solo que algunos avances obtenidos, principalmente en el siglo pasado, se lograron mediante estudios y experimentos realizados en seres humanos bajo condiciones infrahumanas, sin haber éstos otorgado su consentimiento y sin haber recibido información alguna para participar en ellos, bajo la mirada de autoridades complacientes y cómplices de hecho, o por omisión en el mejor de los casos. Como consecuencia de estos actos, en 1947 se elaboró el Código de Núremberg con la finalidad de impedir su continuidad o su réplica; en 1948 el Código de Ginebra de la Asociación Médica Mundial (AMM); en 1964 la Declaración de Helsinki de la misma AMM, en 1976 el Informe Belmont como respuesta del gobierno de los Estados Unidos a la investigación realizada para conocer la evolución de la sífilis, infectando deliberadamente a una población negra vulnerable por médicos estadounidenses por 40 años; y en 1982 las Pautas Éticas para la Investigación Involucrando Sujetos Humanos, propuestas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) para apoyar a países subdesarrollados en el combate de enfermedades epidémicas, para su desempeño bajo procedimientos éticos respetando los principios establecidos principalmente en el Código de Núremberg, en la Declaración de Helsinki y en el Informe Belmont, y que son al mismo tiempo la base para el desarrollo de los Principios de Ética Biomédica de Tom L. Beauchamp y James F. Childress. El propósito del presente trabajo es analizar y comprender los principios éticos fundamentales que son una guía para el desempeño de las actividades en el amplio campo de la Biomedicina, y el papel fundamental que significa el consentimiento informado como el ejercicio mismo de la autonomía del paciente y como elemento que garantiza el cuidado de la dignidad humana en la delicada relación que se establece con el profesional de la salud, una relación que debe concluir en un Consentimiento Válido y corresponsable entre el paciente y el médico.