La enfermedad vascular cerebral es un problema de salud pública en nuestro país. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, constituye la segunda causa mundial de muerte. El EVC ocasiona un alto grado de discapacidad. Dada la magnitud del problema, resulta evidente la necesidad de establecer una adecuada política de prevención y asistencia, con los objetivos de disminuir la mortalidad y reducir sus secuelas.