Desde sus orígenes la ejecución del delito de robo como conducta antisocial ha causado molestias a los miembros de la comunidad donde esta se realiza, en virtud de ello es que ha sido regulada y sancionada con diversos tipos de penas desde las más leves hasta las más drásticas. En su aparición la política criminal ha busca* encontrar aquellas causa por lo que las conductas delictivas se ejecutan y poder de esa forma modificar y reformar el derecho penal actualizando a aquellas necesidades que los tiempos han requerido. Así la política criminal del delito de robo a través de programas, tácticas y estrategias busca la prevención y represión de esta conducta delictiva, por conducto del Ministerio Público Investigador a quien le compete el ejercicio de la acción penal para evitar el crecimiento de la criminalidad, cerrando el círculo de esa delincuencia, y mediante los órganos de gobierno desplegar las actividades tendientes a la prevención del robo para evitar daños innecesarios que afectan a la sociedad al romper su equilibrio y seguridad patrimonial. Política criminal del delito de robo que se aborda como acción preventiva y represiva para disminuir su realización, resaltando las conductas que las autoridades ejecutan para su combate, así como aquéllas que no hacen y debieran de hacerse, la participación de la sociedad en ello y el modo de operar del delincuente.