Descripción:
No cabe duda que la creciente globalización ha favorecido un mayor contacto entre diferentes manifestaciones culturales. Esto ha generado un debate, particularmente entre sociólogos, antropólogos y etnomusicólogos, sobre si las recientes fusiones e hibridaciones, conllevan a una homogeneización o pérdida de autenticidad de las culturas musicales. Sin embargo, si consideramos que es erróneo valorar algunas músicas como más auténticas que otras, así como también, el aumento de los localismos como algo sintomático a la globalización, no podemos descartar la idea de que la tradición musical y el sentido de identidad, bien puede ser reafirmada y conservada a través de las innovaciones. En ese sentido, el presente trabajo tiene como objetivo, estudiar los significados en torno a estas fusiones de música tradicional mexicana con otros géneros más contemporáneas como el rock y el jazz; indagar si en los intérpretes se produce un sentido de pertenencia con esta práctica, como parte de un proceso de revalorización de lo local. Estas agrupaciones que retoman la música tradicional mexicana como un elemento de auto-reconocimiento, al momento de reelaborarlas con otras músicas de la globalidad, crean un nuevo lenguaje con el cual pueden sentirse identificados. Con otras palabras, los intérpretes por medio de las fusiones articulan y negocian sus múltiples identidades, alcanzando muchas veces una mejor apreciación y valoración de la propia cultura; por lo tanto, son parte de un proceso de configuración de nuevas identidades y etnicidades.