Descripción:
En México gozamos de un gran privilegio, nuestras universidades ofrecen la oportunidad a toda la juventud estudiosa obtener una preparación profesional, y lo que es más, en forma gratuita; no importando la clase social o económica a que se pertenezca. Sabemos que la carga económica recae sobre el pueblo, él es, el Único sostén de nuestras instituciones. La formación de un profesionista requiere grandes esfuerzos: profesores especializados, hospitales, laboratorios, talleres, etc., en su mantenimiento la Nación destina una gran parte de su presupuesto, en efecto, el educacional es el de mayor porcentaje; se ha dicho que de cada mil niños que inician sus estudios primarios, solamente uno de ellos logrará su educación profesional, actualmente existe un 0.4% de profesionistas en relación con la población total de nuestro país; pues bien, todos aquellos que tenemos la fortuna de lograrlo, contraemos una suprema obligación, servir a quién contribuyó a nuestra formación.
Somos consientes que la única forma de lograr una solidez a nuestra Patria, es sirviéndola sin importar el interés personal, ni los sacrificios que ésta exija; por ello, el ejercicio de nuestra profesión debe tener una norma, la eficiencia y la honestidad, encaminada a un fin, el progreso de México.