"Actualmente, el uso del b-learning se encuentra ampliamente difundido en los distintos modelos de aprendizaje en las universidades. No obstante, en la educación superior todavía existe una brecha de alfabetización digital, debido a los atributos del estudiantado y a factores institucionales; en la formación de enfermería se carece de una cultura digital. El objetivo fue analizar, desde la perspectiva de género, los efectos del b-learning en estudiantes de la Licenciatura en Enfermería de la Universidad Autónoma de Querétaro. El diseño se basó en la Investigación Acción con un grupo de 28 estudiantes de una asignatura de la carrera del segundo semestre del 2019 al mes de marzo del 2020. Los resultados cuantitativos muestran que el uso de b-learning impactó en las competencias digitales de los estudiantes. La mayor correlación se obtuvo en las dimensiones: 3 (preintervención), 5 (post intervención) y 4 (pre y post intervención). Según el género, no existe una diferencia significativa en la comparación de competencias digitales, excepto en la Dimensión 2 (Búsqueda y tratamiento de información) y Dimensión 6 (Creatividad e innovación). El impacto más considerable en las competencias digitales, como resultado del uso del b-learning, lo presentan las mujeres en la Dimensión 1 (Alfabetización tecnológica). En cuanto a los resultados cualitativos, se obtuvieron cinco grupos de categorías: 1) Tecnología digital, 2) Aprendizaje, 3) Factores institucionales, 4) Familia y 5) Género. Estos hallazgos sugieren que existe desventaja entre mujeres y hombres para resolver las tareas académicas con el uso del b-learning debido a factores diferenciados, a las particularidades y dinámica de la familia, así como al impacto que causan las características de la institución educativa. Se concluye que las universidades enfrentan no solo la falta de recursos para lograr una cultura digital. En el caso de enfermería, es necesario deconstruir los conceptos relacionados con el rol de la mujer y del hombre en la sociedad y en la vida escolar para contrarrestar el impacto de los estereotipos creados en torno a las competencias y habilidades digitales de ambos, para sobrellevar los efectos de la dinámica e idiosincrasia de cada familia a la cual pertenecen los estudiantes.