Descripción:
RESUMEN
La levadura Saccharomyces cerevisiae es capaz de sintetizar toxinas. Esto es
por medio de una coinfección viral mediada por el virus satélite M1 y el virus
ayudante L-A de la familia Totiviridae. Existen en la naturaleza varios tipos de
toxinas K1, K2, K28, Klus, siendo K1 una de las más estudiadas. El fenómeno
denominado como Killer, es la consecuencia de la inhibición del crecimiento de
cepas de levadura sensibles a la toxina. Hasta el momento no se conoce el
mecanismo de acción de la toxina K1, pero, sí se sabe que está mediado por dos
pasos: 1) la unión de la toxina al 1,6 β-glucano de la pared de levaduras
sensibles, su translocación a la membrana plasmática, en dónde 2) la toxina
interacciona con Kre1p, una proteína anclada a GPI, que está encargada de la
síntesis y arreglo estructural de proteínas de la pared celular. Una vez en este
punto, se considera que podría tener dos objetivos diferentes; incrustarse
directamente formando poros en la membrana, causando desbalance osmótico
y matando a las células o unirse a un sitio desconocido del canal de potasio
Tok1, generando la salida de potasio hasta matar a las células por el mismo
desbalance osmótico. En el laboratorio se ha logrado determinar, por
experimentos modificados de Kirby & Bauer, que la toxina es capaz de matar no
solo a levaduras Saccharomyces sensibles, sino también a otros
microorganismos patógenos de importancia biomédica como Klebsiella
pneumoniae. En el presente trabajo y por medio de mutagénesis dirigida in silico,
se planea determinar el posible sitio de unión de la toxina K1 en el canal de
potasio Tok1. Con base en los resultados obtenidos, se propone a las cisteínas
y a las tirosinas como el lugar de interacción toxina-canal.