Descripción:
Introduccion: El envejecimiento facial, específicamente en los cambios físicos, llegan a generar preocupación en la población que pretende conservar un aspecto joven, ya sea por cuestiones laborales, emocionales y/o seguridad personal. En la actualidad, se encuentra bien documentado que el proceso del envejecimiento facial ocurre no solo en tejidos blandos, sino también en el tejido óseo. Es importante determinar en que medida lo hace cada uno de ellos. Objetivo: Conocer los cambios tomográficos del esqueleto facial en reconstrucción tridimensional y bidimensional por grupo etario, como indicador de envejecimiento facial. Material y Métodos: Se realizò un estudio observacional, descriptivo, retrospectivo y transversal. Se evaluaron las tomografías de los pacientes del servicio de radiología del Hospital San José, que se hayan tomado una tomografía computada del macizo facial de Julio de 2016 a Julio de 2019. El protocolo cumple con los principios de Helsinki de 1964, con relación a los trabajos de investigación biomédica, la Norma Oficial de Investigación (NOM 313) y al Comité de Bioética del Hospital.
Resultados: Se evaluaron 60 estudios tomogràfico, divididos en tres grupos de edad 20 a 40, 41 a 60 y 61 a 80 años. Se encontró que a mayor edad los ángulos medidos (glabelar, piriforme y maxilar) se volvían más agudos, además de dejar el precedente de las medidas de referencia en nuestra poblaciòn. Las medidas del grupo 1 (20 a 40 años) son menores, a las de otros estudios similares en poblaciones anglosajonas, por lo que se aumenta el hecho de considerar nuestras diferencias en la estructura ósea por la raza. Conclusiones: El envejecimeinto facial genera pérdida de tejido óseo. La estructura ósea de nuestra población presenta desde el inicio medidas inferiores al mismo grupo de edad de otros estudios. Palabras Clave: Envejecimiento, facial, tomografia computada, hueso.