La afectividad en la protesta social se desborda sobre los espacios que participa, sean estos físicos o virtuales; etéreos o corpóreos; libertarios o dominados. En este contexto, se han desarrollado nuevas formas de participación en las sociedades contemporáneas desde finales del siglo XX vinculadas a la ocupación de nuevos espacios virtuales y su contagio emocional. Las posibilidades temporales y de impacto social que conlleva la transmisión cooperativa presencial-virtual de las problemáticas sociales, ha permitido que sociedades y sus actores, externos a un contexto, se adhieran a sus demandas, desarrollando vínculos afectivos a partir del impacto comunicativo de sus causas. Por tanto, indagamos sobre los procesos afectivos que se desarrollan en un terreno multiespacial de la protesta social y como sus efectos fomentan el desarrollo de la participación a través de nuevas dinámicas comunicativas. Para ello, abordamos desde técnicas etnográficas y netnográficas, casos de protesta social que ocurrieron en el terreno virtual y presencial, argumentando su sinergia e implicaciones afectivas desde la teoría de la afectividad colectiva. Consideramos que el estudio de los procesos afectivos dentro de la protesta social se debe estructurar desde todos los espacios de participación que la contienen, pues nos permite dimensionar correctamente los fenómenos sociales que en ella se suscitan hoy en día.